lunes, 22 de noviembre de 2010

Bueno, después de mucho pelearme con mis musas, al final han ganado ellas la batalla y he decido compartir con vosotros un relato que escribí hace tiempo para mi novela y que deseché porque no me convencía. Así que, lo he variado un poquito para adaptarlo a la fecha y ya está. No he podido corregirlo porque ya estaba un poco agobiada, así que pido disculpas si hay alguna incongruencia o fallo o falta de ortografía. 
Espero que os guste. Un besaco enorme.
*No sé si estará bien o no, o si se podía hacer o no, pero bueno, debido a las confusiones que ha habido he decidido arreglar el relato un poco y marcar lo de las murallas del pueblo para que no quepa lugar a dudas. De todos modos, diré que, aunque es un fragmento de un texto, para el proyecto del mes termina aquí. En el texto original, después de esto la protagonista despertaba y se le aparecía el espíritu de Emily, la chica del relato. La protagonista pensaba que solo era un sueño recurrente sin más, pero en realidad Emily le estaba mostrando fragmentos de su vida y, por supuesto, también le mostró cómo murió.
Bueno, espero que ahora esté un poco más entendible, cualquier cosa me la decís y si tengo que cambiar el relato entero lo haré sin problemas :) Besos.

SAMHAIN SANGRIENTO

El suave aroma de las calabazas se mezclaba con otro más dulzón que no sabía distinguir de forma grotesca.
Mientras se acercaba a la entrada del pueblo con cuidado de no ser vista, Emily tuvo que taparse la boca y la nariz con la solapa de la bata. Resultaba casi imposible respirar aquél aroma que se metía hasta en lo más profundo de su ser. Sin despegarse de la pared del amurallado pueblo, se deslizó despacio a través de la entrada. Los guardas no estaban en sus cabinas, debían de estar luchando junto a los hombres del pueblo.
Con más confianza, pero sin separarse aún de la pared, avanzó con paso decidido hasta el otro extremo y, cuando llegó, se detuvo y se asomó con miedo. No había nadie cerca, pero la escena era tan espantosa que no puedo evitar vomitar.
Lo que hasta hacía unas horas habían sido las bonitas y cuidadas calles de la ciudad, ahora estaban bañadas en sangre y cubiertas de cuerpos. Las mujeres y los niños corrían despavoridos sin tener destino fijo, intentando tan solo huir de aquél salvaje ataque. Algunos ancianos, entre lágrimas, suplicaban al cielo que alguien les ayudaran. Mientras, varios hombres luchaban contra un solo vampiro que parecía que disfrutaba de aquél enfrentamiento como si nunca se hubiera visto en una situación así. Segundos después, cuando los hombres se decidieron ha atacar por fin, en un movimiento tan rápido que ni los dos hombres ni ella misma se dieron cuenta, les arrancó el corazón de cuajo.
Intentando controlar su estómago, sus nervios y su llanto, tomó aire antes de lanzarse la aventura en la que se había convertido el encontrar a su marido. Por un momento pensó echarse atrás, esconderse en algún lugar hasta que todo pasara y entonces ir a buscarle, pues otro de sus vecinos había caído muy cerca de dónde ella se encontraba. Sin embargo, aquél pensamiento solo le duró unos instantes; tenía que encontrarle cuanto antes. Se pegó al muro, de nuevo, hasta que tuvo la sensación de ser parte de éste y contuvo la respiración con la esperanza de que el vampiro no se percatase de su presencia, hasta que se alejó de ella.
Con alivio soltó el aire que había estado conteniendo y rió nerviosamente mientras rodeaba el cadáver sin atreverse a mirarlo al mismo tiempo que secaba el sudor frío que empapaba su frente. En cuanto estuvo dentro de la ciudad echó a correr desesperada sin preocuparse de la sangre que, inevitablemente tenía que pisar, ni de mirar a nadie ya que si lo hacía sabía que no podría seguir.
Como podía, luchando contra la marea de vecinos que corrían en dirección contraria ella, avanzaba hacia el centro del pueblo. No sabía si Michael estaría allí o no estaría, pero algo la decía que era allí hacia dónde debía dirigirse.
Según avanzaba le costaba más hacerse paso e incluso tenía la sensación de que había retrocedido varias veces. El pánico entre las gentes era más que evidente y en varias ocasiones habían tenido que esquivar a gente que caía al suelo.
La garganta le pinchaba cuando tragaba saliva y creía que el corazón se le saldría del pecho cuando por fin llegó al muro de la muralla que daba acceso al centro del pueblo. Sin dejar de caminar, sonrió y se pegó al muro para no caerse, pues sentía como las fuerzas la abandonaban. Había llegado allí corriendo desde el bosque donde estaban ocultas las mujeres de la familia y ahora, junto al esfuerzo de llegar allí sin resbalar o tropezar, estaba haciendo mella en ella.
Cuando llegó a la entrada del amurallado centro, se encontró a un conocido.
-¡James! ¡James! -lo llamó con todas sus fuerzas llegando hasta él a trompicones pues con la emoción tropezó con un cadáver al que no había visto.
-¡Emily! -le contestó el muchacho mientras la metía en la cabina vacía del guarda-. Pero, ¡te has vuelto loca? ¿Qué haces aquí?
-Tengo que encontrar a Mike -dijo de forma rápida y entrecortada por el cansancio-. Es urgente.
-Tienes que volver rápidamente a dónde sea que os hayan escondido -le suplicó el muchacho agarrándola firmemente de los brazos mientras ella cabeceaba a los lados negando aquello-. ¡Escúchame bien! Tienes que volver Emily. Esto es muy peligroso.
-¡No lo entiendes! -gritó ella desesperada-. Han ido hasta allí, James, Sally me ha hecho escapar antes de que llegaran. Tengo que encontrarle.
El muchacho la miró fijamente a los ojos durante unos instantes, con el ceño fruncido y los labios crisipados sin saber qué hacer.
-¡James, por favor! -suplicó Emily sintiendo que las lagrimas, esta vez de rabia, volvían a sus ojos.
-Está en el centro, junto a las dos hogueras más grandes. Pero ten mucho cuidado, ¿vale?
-Gracias, Jamie -le dijo con una sonrisa-. Lo tendré.
-Bien, te cubro hasta asegurarme de que estás bien y no haces tonterías -dijo el muchacho cogiéndola de la mano-. Venga, vamos.
Ayudada por el amigo de su marido, Emily llegó muy cerca de las hogueras y se escondió en el edificio en el que la había dejado. Desde allí podía distinguir las hogueras y fue consciente de que allí, el panorama era mucho peor. Justo frente a ella, en la otra parte de la acera, tres hombres estaban desmembrando a otros dos y metían los trozos en sacos de pita por los que rezumaba la sangre. La escena era espantosa por lo que cerró los ojos hasta que escuchó decir a uno de los hombres que les llevaran los sacos a los hombres de los Warren. El único alivio que sintió fue el de saber que al menos no eran humanos, sino vampiros, los que iban en esos sacos.
Cuando el hombre desapareció de su vista, inspiró profundamente y siguió su camino. Procurando ir por calles vacías, al fin consiguió llegar a las hogueras que le había descrito James; “las dos más grandes” y puedo distinguir a Robert, su suegro, y Jason, su cuñado, tirando pedazos en las hogueras mientras otros luchaban contra un montón de vampiros que parecían encolerizados. Con el corazón lleno de alivio, corrió hacia su suegro sorteando a un grupo de hombres que llevaban a varios heridos en dirección al hospital. No veía a Michael por ninguna parte, pero si lograba llegar a su suegro y a su cuñado, quizá podría salvar a las chicas.
Estaba a muy pocos metros de su suegro, cuando éste la vio y ella vio a Michael que acababa de eliminar a otro vampiro.
-¡Emily no! -gritó Jason tirando un saco al suelo para salir corriendo en su dirección-. ¡Corre, corre!
No sabía qué estaba pasando, se quedó parada en seco mirando a su cuñado y su suegro que avanzaban hacia ella.
-¡No! ¡No te pare, corres! -gritaba su suegro desesperado señalando detrás de ella.
Si no hubiera sido porque en ese momento Michael alzó la cabeza hacia ella y se le descompuso el rostro al instante, no se habría dado la vuelta y no habría visto al enorme vampiro que se abalanzaba en esos momentos sobre ella y clavaba de forma salvaje sus fríos dientes en su cuello.
El tiempo se paró en ese mismo instante y mientras la oscuridad se cernía sobre ella haciendo desaparecer todo lo que ocurría a su alrededor, recordó cómo aquella tranquila jornada de Samhain se había convertido en una noche de lo más infernal. Las lágrimas corrieron por sus mejillas mientras era consciente de que todo se acababa en ese instante.
En un último esfuerzo por mantener la consciencia, abrió los ojos y una calabaza tallada con una escena de una bruja removiendo su caldero fue la última visión que tuvo del mundo antes de que la oscuridad la envolviera definitivamente y dejara el mundo de los vivos para siempre.

14 Comments:

  1. Maga DeLin said...
    Hola, Willowgreen :-)

    Que curioso, seguimos algunos blogs en común pero nunca había pasado por acá.
    Tu historia está muy bien, en mi opinión. Es entretenida, interesante y está bastante bien narrada. Es cierto que deja un montón de interrogantes, pero es comprensible al tratarse de un extracto de una obra más extensa.

    Nos leemos. Beso.
    willowgreen said...
    Hola Maga;
    Pues si, es solo un fragmento, pero en todo caso termina ahí; cuando ella muere. Este texto era parte de un capítulo en el que la protagonista tiene un "sueño" del pasado. Lo vive como si fuera ella la que pasa por la experiencia. Pero bueno, al final lo deseché porque no me convencía, así que ayer lo arreglé un poquito para el proyecto de adictos.
    Bueno, muchísimas gracias por pasarte por mi blog, leer mi relato y comentarlo.
    Un besaco fuerte.
    KaRoL ScAnDiu said...
    Hola Willowgree:D

    Veo que me seguía pero yo aun no había descubierto tu rincón, y es una pena, porque me ha encantado lo poco que he leído de tí:D

    Está muy bien escrito, y es además un género que me encanta:D
    Me ha gustado muchísimo, y me quedo con el regusto de quiero más:D

    Kisses ya te sigo y te he afiliado:D

    :D
    Amaya F. said...
    ¡Por fin encontré tu relato, xd!
    Y leo algo tuyo de literatura. Me ha gustado mucho. Aunque he tenido alguna dificultad para situarme en la escena. Lo de las cabinas en un principio me ha despistado.
    Bonito fondo. Y preciosa foto del Samhain.
    willowgreen said...
    Hola Karol y Amaya;
    Karol, me alegra que te hayas pasado por aquí y te haya gustado mi relato, aunque no esté como a mi me hubiera gustado, pero bueno, no lo trabajé demasiado porque no estoy yo muy inspirada últimamente, no sé que me pasa. Pero bueno, muchísimas gracias por pasarte y comentar.
    Amaya, lo mismo te digo; me alegra que te haya gustado. Y lo de que te perdieras no me extraña, si es que es algo que escribí hace mucho y que descarté y, que como he dicho antes, tampoco he trabajado mucho. Pero bueno, lo importante es que te haya gustado :)
    Besos fuertes a las dos y muchísimas gracias por comentar. ¡AH! y gracias Karol por afiliarme.
    Amaya F. said...
    No, es que mira: la entrada del pueblo. Vale, me dices que es un pueblo. Ahora me hablas de pared. ¿Qué pared? Ya me he perdido. Y luego guardas y cabinas. Ya no sé si es un pueblo, una prisión, un pueblo antiguo con muralla y lo de cabina es de tu tierra o yo que sé. Es que muchos lectores somos complicados. Y o nos situas bien o nos perdemos, xd. O al menos yo.
    willowgreen said...
    Aiiss!! si ya os avisaba yo de que no me había dado tiempo a corregirlo :(
    Es un fragmento que luego no utilicé así que no lo corregí y el otro día cuando lo adapté, como estaba frustrada por que no me salía nada, pues simplemente lo dejé estar.
    La ciudad es una ciudad amurallada y el centro de la ciudad está dentro de una muralla, por lo que hay cabinas de guardas a las entradas.
    No sé si se podrá corregir o ya no vale, en todo caso lo estoy corrigiendo en el documento de word y preguntaré haber si se puede corregir para que quede bien. Sino, haré una entrada aclarando las dudas que os hayan surgido.
    Besos Amaya.
    Amaya F. said...
    Todo aclarado. Y precioso fondo. Como se nota que todas lo cogemos de la misma página, xd.
    Y ya queda bien tu relato.
    willowgreen said...
    Hola Amaya;
    Muchas gracias por tu observación. Cuando me bloqueo no veo fallos ni veo nada jaja.
    Me encanta que te haga gustado el fondo, lo cambié porque necesitaba alguno que me levantara el ánimo y este me encantó. Yo conocí la página a través de tu blog, así que... gracias;)
    Besos fuertes.
    hada fitipaldi said...
    Guau q fuerte el final, pero ¿ella va a ser una vampira, o se muere? Es super interesante la historia, la lucha entre vampiros y humanos. Besos
    willowgreen said...
    Hola Hada;
    Me alegra que te haya gustado.
    No, ella no se convierte en vampira, ella muere.
    Muchas gracias por visitar mi espacio y por comentar mi relato.
    Muchos besos.
    Déborah F. Muñoz said...
    hola! me ha gustado mucho tu proyecto y en cuanto tenga un hueco leeré más detenidamente tu blog, que acabo de descubrir. Saludos!
    willowgreen said...
    hola Deby;
    Me alegra mucho que te haga gustado el relato.
    Muchas gracias por pasarte por mi blog y dejar tu comentario.
    Un beso
    willowgreen said...
    Hola Karuna;
    ¡Vaya! Me ha sorprendido que este relato te despertara tantas sensaciones y recuerdos, porque es un trozo de una escena de algo que escribí hace mucho tiempo, cuando empezaba a escribir más en serio, y que al final se quedó por ahí guardado sin terminar del todo ya que no creí en ese entonces que valiera mucho.

    Pero me alegro que te haya gustado.
    Muchas gracias por pasarte por mi blog, leerl el relato y dejar tu comentario.

    Saludos, Karuna.

    P.D.: La inspiración para escribir esto vino de otro lado, no del videojuego, porque los videojuegos, sobre todo de ese tipo, no me gustan mucho, la verdad. ;)

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