martes, 28 de enero de 2014

Hola a todos;

¿Cómo ha pasado la cuesta de enero? Espero que no haya sido demasiado empinada y la hayáis llevado lo mejor posible.

Pero por si acaso necesitáis un poco de evasión, aquí os dejo el relato que he escrito correspondiente al proyecto de enero del grupo Adictos a la escritura en el que participo. 
Desde que regresó a la actividad, después de un tiempo de descanso, no había podido participar por diferentes razones, así que espero no estar muy oxidada con los relatos cortos y que me haya quedado algo aceptable.

El proyecto de este mes, se titula Escritura sorpresa. Esto es porque para participar en el ejercicio, los adictos que lo fuéramos a hacer debíamos escoger entre una de las seis imagenes que nos proponian en el blog del grupo, cada una de las cuales estaban encasilladas en un género oculto que no nos desvelaron hasta unos días después de la elección para evitar trampas.
Todas las imágenes eran muy sugerentes y bonitas lo cual hizo difícil la elección. Pero al final, mi alma golosa se decantó por esta: 

Como veís, era la imagen número cuatro que estaba encuadrada en el género romántico.
El relato escrito, por lo tanto, se debe de ajustar al género de la fotografía y, además, estar inspirado en la propia imagen.
Así pues, una vez revelado el género de la imagen que escogí, me puse manos a la obra y este es el resultado. Espero que se haya ajustado bien a la mecánica del ejercicio y que os guste.

EL SALÓN DE TÉ

Se quedó muda de la impresión cuando Eduardo le quitó la venda de los ojos.
Había estado nerviosa desde que se montó en el coche y su marido le tapó los ojos para asegurarse que la sorprendía de verdad. A ella no le gustaban las sorpresas, además, siempre terminaba por descubrirlas, así que aquella cautela activó su imaginación creando infinidad de posibles regalos que se le pusieran haber ocurrido para sorprenderla.
Pero ni por un segundo pasó por su cabeza lo que tenía delante.

–Bienvenida al Salón de Té Ariadna -susurró él en su oído detrás de ella-. ¡Feliz aniversario, cariño!
Irene no contestó. No podía hablar porque no sabía qué decir. Por primera vez en su vida alguien había conseguido sorprenderla. 

Se tomó unos instantes para observar bien la maravilla que tenía delante. Si bien parecía una construcción nueva, la casa que tenía delante era como la que sus abuelos le dejaron en herencia hacía casi dos años. De hecho, miró a los lados y vio que estaba en su propiedad. Pero, no podía ser. Cuando se casaron, un año atrás, la habían derribado por su precario estado y aún no habían decidido qué hacer con ella. Ella ni siquiera había vuelto a pasar por allí de la pena que sintió al verla caer. ¿Y ahora estaba en pie más bonita que nunca? ¿Cómo?

Se volvió hacia su esposo, que sonreía como un maldito ante el éxito de la sorpresa que se había llevado, y lo interrogó con la mirada.
–Era tu herencia -contestó él encogiéndose de hombros, como si le hubiera leído el pensamiento-. Tus raíces estaban aquí. Tu historia. La historia de todos nosotros. Vi el dolor en tus ojos cuando la derribaron. Y también cómo enterraste en un arcón del desván los planes que tenías para tu nueva vida aquí. Rabia, dolor y desilusión. Esto significa mucho para ti, ¿cómo iba a quedarme de brazos cruzados?
–¡Madre mía! -atinó a decir mientras las lagrimas resbalaban por sus mejillas sin que pudiera controlarlas.
–Te robé la fotografía de uno de tus libros para inspirarme -dijo él entregándole la fotografía que se hizo, vestida de chef con los primeros macaroons que le salieron bien en las manos, y que siempre iba con ella-. Es una copia, no quería que la echaras en falta y tener que dar explicaciones. No me gusta mentir, ya lo sabes.
–Eres un mal bicho -le dijo ella, entre risas y lagrimas.
–Cogí los colores de los macaroons para las paredes y la fachada -siguió explicando él-. Tomé prestado tu amor por la naturaleza para el jardín, las telas del interior y el jardín trasero. Y la casa misma, con su historia y magnificencia, para el diseño de los muebles. Espero que te guste.
Guiándola por la cintura, entraron en la casa cuyo interior superaba con creces el exterior. Era elegante, fresco y moderno, pero al mismo tiempo rezumaba aquél toque añejo y mágico que había hecho que se enamorase de aquél lugar nada más entrar en ella. Sólo había un adjetivo que hiciera justicia a semejante obra de arte: magnífico. Desde el recibidor, hasta la biblioteca del piso superior, pasando por el salón de té y la pastelería del piso de abajo, sin olvidar el jardín trasero, ideal para bonitas y relajadas reuniones en los meses cálidos del año.
–Esto es... ¡sombroso! -dijo Irene, al fin, cuándo su tour terminó frente a la chimenea del salón de té, que en ese momento estaba apagada-. Una reconstrucción perfecta. Y una adaptación magnífica. No sé... Es, el mejor regalo que me han hecho nunca. Muchas gracias, cariño. Sólo espero que no haya sido un esfuerzo baldío. Ya sabes que no les caigo muy bien.
–¡Bobadas! –dijo Eduardo haciendo un aspaviento con una mano, rodeando con el otro brazo a su esposa por los hombros-. Esos idiotas acabarán a tus pies en cuanto huelan las delicias que horneas en tu cocina. No te preocupes por eso. Y, las gracias no hace falta que me las des. Te mereces esto y más.

No tenía palabras. Escuchando la convicción con la que hablaba le resultó imposible ser negativa ante aquél nuevo reto que se le venía encima. Sólo se le escapó una risita nerviosa que ahogó besando a su hombre en los labios. No dijo nada más, pero se prometió ganarse del todo a sus hostiles vecinos con su saloncito de té y pagar con su éxito, los esfuerzos de su marido para hacerle semejante regalo.



20 Comments:

  1. taty said...
    Ay, que me derretí leyendo esto.

    Las historias románticas no siempre tienen que ser entre los que se enamoran, también aplican a los que ya llevan tiempo en ello, como los casados.

    Como que me enamoré un poco de Eduardo, jaja.

    Besos, tu relato me gusta mucho.
    Ellora James said...
    Buenas noches, gusto en conocerte :)

    Me gusta mucho como has unido pasión y romance: pasión por el dulce (creo que muchas nos identificaremos con eso) y amor hacia un hombre capaz de conocernos y apreciarnos de tal modo.
    Muy tierno relato.

    Un beso,

    Ellora
    willowgreen said...
    Hola Taty;

    Muchas gracias por leer mi relato. Me alegra mucho que te haya gustado el relato y te hayas enamorado un poco de Eduardo jaja. Personalmente creo que podría estar mejor, pero me alegra haberlo hecho bien ;)

    Muchas gracias por pasarte, leer el relato y dejar tu comentario.

    Besos para tí tambien.
    willowgreen said...
    Mucho gusto en conocerte a tí también, Ellora James :)

    Muchas gracias por pasarte, por leer mi relato y por dejar tu comentario. Me alegra mucho que te haya gustado.

    Un beso para tí también, Ellora.
    Dora Ku said...
    Una linda historia de amor (a mi también me tocó el tema de romanticismo)
    Muchas mujeres quisieran tener un hombre como el protagonista de tu relato, tenlo por seguro.
    Cariñosamente: Doña ku
    Meli ^^ said...
    ¡Un tierno Eduardo!
    Muy lindo relato, muy dulce.

    ¡Besito!
    osnolasaga said...
    ¡Qué bonito! Es el mejor regalo que podía haberle hecho. Me ha gustado mucho y me imaginaba el local con todo lujo de detalles. ¡Un beso!
    Patricia K. Olivera said...
    Hola!
    Un texto romántico y emotivo, sin resultar empalagoso. Te sugiero revisar algunos detalles de la puntuación. En el inicio la parte donde él le tapa los ojos resulta algo confusa, usas varios verbos:"... alegando querer asegurarse sorprenderla de verdad." Quizá podrías solucionarlo poniendo "...alegando que quería sorprenderla de verdad." o algo por el estilo.

    Saludos!!
    Anónimo said...
    Muy romántico,me ha encantado el final en el que queda un pequeño obstáculo por resolver, felicitaciones.
    Cloe said...
    Una preciosa historia de amor, con dulzura, como requiere un buen relato romántico. Saludos.
    willowgreen said...
    Hola dora Ku;

    Me alegra mucho que te haya gustado el relato. Hice lo que pude ;)

    Muchas gracias por pasarte, leer el ejercicio y comentarlo.

    Besos fuertes.
    willowgreen said...
    Meli;

    Me alegra que te haya gustado el relato.

    Gracias por pasarte, leer y comentar.

    Besos a tí también.
    willowgreen said...
    Hola Cloe;
    Gracias por el comentario. Me gusta que te haya gustado ;)

    Gracias por pasarte, leer y comentar.

    Besos.
    willowgreen said...
    Osnolasaga;
    Me gusta que te guste. Y me gusta mucho más haber conseguido que te imagines el lugar. Eso no esperaba conseguirlo.

    Gracias por pasarte, leer el ejercicio y comentarlo.

    Besos y abrazos.
    willowgreen said...
    Patricia K. Olivera;

    Te agradezco la observación de los dos verbos. Se me pasó por alto ese fallo. Enseguida lo arreglo ;)

    Muchas gracias por pasarte, leer el relato, darte cuenta del error y dejar tu comentario.

    Saludos para tí también.
    willowgreen said...
    Hola Inna Franco;

    Me alegra que te haya gustado el relato y el final. No todos los finales tienen que ser perfectos ¿no?

    Muchas gracias por pasarte, leer el ejercicio y comentarlo.

    Un saludo.
    Ofelia said...
    Una historia muy bonita y bien narrada. Saludos.
    tyess said...
    Brillante él y brillante su sorpresa. Ya no los hacen así.
    Me encantó el relato también jaja.
    Sólo que se te fueron algunas letras equivocadas:
    --regalos que se le pusieran haber ocurrido
    --Esto es... ¡sombroso!
    -Bess- said...
    Un regalo precioso, tanto como el relato. Tierno y emotivo, se lee con rapidez y deja un buen sabor de boca. Un placer leerte. Saludos.
    willowgreen said...
    Ofelia;
    Me alegra que te haya gustado el relato.

    Tenia Yesivell;
    Me alegra muchísimo que te haya gustado. En cuanto a las letras equivocadas, te agradezco que me lo hayas hecho ver. En cuanto tenga un ratito tengo que revisarlo y corregirlo, así que no te preocupes.

    -Bess-
    También me alegra que te haya gustado a ti el relato y mucho más que te haya dejado un buen sabor de boca.

    Muchísimas gracias a las tres por pasaros, leer mi relato y dejar vuestros comentarios.

    Saludos.

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