martes, 25 de diciembre de 2012

Hola holita, gente;
¿Cómo va el día? ¿Os ha visitado el señor gordo vestido de rojo? Espero que sí. Y también que haya venido cargado de regalos.

Bueno vamos con la entrada de hoy.
Como habréis podido deducir por el título, hoy no tiene nada que ver con la literatura. Lo que os traigo esta mañana es una pequeña crónica de la concentración de Coches Clásicos y Deportivos que, como todos los cuartos domingos de mes, tuvo lugar antes de ayer en mi localidad, Navalcarnero.

Aprovechando que hemos sido previsores y que todas las compras navideñas las terminamos el sábado por la tarde, la mañana del domingo la aprovechamos para hacer actividades navideñas, tan típicas como visitar el Belén para ver al niño Jesús. Porque, para mi hermano, la plaza en la que se da cita este evento, es el Belén y este magnífico Mustang fue -en esta ocasión-, el Niño Jesús (sin ánimo de ofender a nadie).


Bueno, quizá esto sea una pequeña exageración, pero estoy segura de que muchos amantes del motor, lo entenderán. Sobre todo, si les van más los coches que los Belenes.

Lo más probable es que sea algo rarita, pero estas concentraciones me encantan, sobre todo por los coches antiguos, más que por los coches deportivos y relativamente modernos, aunque algunos, todo hay que decirlo, no se ven todos los días. Pero es que los coches, antiguos (mucho más que el Mustang de la foto), tienen un algo especial que me atrae irresistiblemente.

La primera vez que fuimos a ver una de estas concentraciones fue en el mes de junio y, aunque en mi casa el Real Madrid y los coches han sido siempre religión, fui a  verlos, más que nada, por curiosidad, y resultó que acabé enamorada de este tipo de eventos.

La culpa de ello, la tiene este coche: un Shelby AC Cobra de 1966. 
Gracias a esta joya, comprendí a aquellos que dicen que los automóviles tienen alma. No os podéis imaginar la atracción que ejerció sobre mí. ¡Me enamoró al instante! Desde entonces creo fervientemente en el alma de los coches y hemos visto auténticas maravillas en las citas posteriores.
Desde Austin Healey hasta un Porche Cayenne pasando por los míticos Mini, los Seat 600, los increíbles Morgan, o los escarabajos originales.

En esta edición, a parte de nuestro "Niño Jesús", no ha habido Healeys, ni Morgan, ni MG, como en otras ocasiones (una pena, la verdad), pero si muchos Seat, de casi todas las épocas, una buena colección de Mazdas, un Subaru, Diversos TransAm, una replica del primer coche fantastico, alguna que otra curiosidad, e incluso tractores, entre otros. Así que vamos allá, hagamos un repaso de los que mas me han gustado o llamado la atención en esta cita.

Bueno, empecemos con el mítico 600. Este cochecito, que tan gracioso le parece a mi hermana, es uno de los habituales y mas numeroso que se dan cita en estas concentraciones, como no podía ser de otra manera.
En otras ocasiones han venido muchos coches del típico beige o blanco, pero hoy hemos tenido la suerte de encontrarlo en este precioso color rojo, que le da un toque vivo, alegre, menos soseras. Además, estaba adornado con dos dados gordotes pintados con la bandera nacional. Precioso.

Otro clásico que no podía faltar a la cita, es mi querido Mini. 

En esta ocasión había dos. De diferentes épocas pero ambos en su versión Cooper.
Bueno, en esta ocasión sobran las palabras. Solo puedo decir que el Mini es mi small sweetie. Sobre todo, en su versión actual, que me tiene enamoradita.

Como os decía más arriba, hubo unas cuantas curiosidades que me llamaron la atención. La más espectacular (para mí), fue este Mercury Classic Tiffany de 1986 (aunque su aspecto no lo sugiera :p)

Yo nunca había visto uno de estos, así que me llamó bastante la atención y en cuanto llegué a casa y tuve oportunidad de coger el ordenador, me puse a curiosear un poquito en internet sobre él. y he podido averiguar que es del ´86 (como dije antes), que se construyó en Miami, Florida, sobre la base de un Mercury Cougar también del ´86, que su motor es un V8 de 5.0 litros, pesa 1723kg y que tiene una distancia entre ejes de casi seis metros. Una bestialidad de coche, pero claro, tratándose de un coche americano, es normal, incluso algo pequeño, diría yo. De cualquier modo, es espectacular. De esos coches que se te quedan en la memoria. Aquí os dejo otra fotografía, en esta ocasión del frontal. 


Chulo, ¿verdad? Bueno, pues una curiosidad sobre este coche; el parachoques tiene como una especie de amortiguadores. Muy curioso.

Otra de las curiosidades, fueron los tractores. No soy entendida en estos vehículos, así que mejor os dejo algunas fotos que, como se dice, vale más una imágen que mil palabras. Había como cinco tractores, pero creo que como ejemplo, dos sirven.

Deportivos había muchos, de todas las épocas así que, para no hacer eterna esta entrada, os voy a dejar las fotos de cuatro de ellos. 
El primero que he escogido, ha sido sido este Camaro Z28. El segundo es un precioso Corvette, el tercero otro Mustang, en esta ocasión en su versión del 2009 y, como representante europeo el Porsche Carrera 4S

Este es un pequeño muestrario de los coches que acudieron a la cita, que como digo más arriba fueron bastantes más, pero espero que os ayuden a haceros una idea y que, a pesar de no tener nada que ver con los libros, os hayan gustado. 
Estoy más acostumbrada a reseñar libros que ha hacer crónicas de este tipo, pero a parte de la literatura el mundo del motor también me apasiona y quería compartirlo con vosotros, ya que estas concentraciones me encantan y, al igual que a otros les inspiran las canciones o los lugares que visitan o cierto olor, para sus escritos, a mí imaginación también la estimulan los coches. Así que creo que, para mí, los coches y la literatura están ligados de cierta manera y, por lo tanto, también tienen cabida en mi blog. 
Espero que sepáis perdonarme si la crónica ha sido algo... sosa o corta (es la primera). Las siguientes, si es que hago más, serán mejores. Lo prometo ;)

Y bueno, creo que ya me voy a despedir, porque al final más que una entrada de blog va a ser una Biblia. 
Os deseo una muy Feliz Navidad y os dejo como último regalo una réplica del coche fantástico, que aunque no habla, está bastante bien conseguido.



Besos y hasta la próxima.


































































































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