Hola a todos;
¿Qué tal van esas fiestas? Espero que muy felices para todos.
Las mías van realmente bien. Toda la familia está unida y estamos muy bien de salud (aunque yo haya pasado una gripe esta semana ajaja).
Normalmente el último día del año siempre estoy algo inquieta y a falta de media hora para tomar las uvas me pongo de los nervios. Luego, llega la hora, empiezan las campañadas y la ingesta de uvas y ahí es cuando empieza el descojone, porque siempre, sin variar un año, empiezo comiendo las uvas muy bien, muy tranquila, muy seria... Pero es llegar la tercera o cuarta uva y la Maribel empieza a partirse de risa, con lo que no llega a terminarse las uvas a tiempo nunca. La única vez que me las comí sin reírme el año me fue verdaderamente mal.
En fin, que eso es lo que me pasa normalmente. Sin embargo, este año estoy bastante emocionada porque, de repente he sido consciente de algo.
A mi no me gusta hacer balance de los años cuando llegan estas fechas, como suele hacer la mayoría de la gente, porque, al fin y al cabo, todos los años es lo mismo: siempre hay cosas buenas, malas, regulares, peores, mejores... siempre es lo mismo. Pero hoy me he dado cuenta de algo que he ido guardando en mi subconsciente desde que me di cuenta de ello sobre el mes de septiembre. Y, de lo que me he dado cuenta, ha sido de que, por muchas cosas que te pasen, por muy díficil que se te ponga la vida en algún momento o tengas que vivir situaciones difíciles, dolorosas, siempre, SIEMPRE, tienes que vivirla con alegría. Mientras viva tu vida con alegría, ilusión, amor, mientras mantenas la fe en lo que sea que creas, mientras pienses en positivo y alejes el miedo, las dudas, las angustias, lo malo, de tu mente, nunca pasarás un mal momento. Eso es lo importante, vivir tu vida con alegría, disfrutar de ella por muy solo que creas que estás o muy mal que lo estés pasando. Por lo menos eso es lo que yo he aprendido este año y con lo que me quedo.
Quizá esto os parezca fruto de la improvisación o penséis que quizá lo diga porque el año me haya ido redondo o cualquier otra cosa. Pero la realidad es que lo digo porque esta lección la he aprendido gracias a una experiencia no muy buena que he tenido que vivir este año, hace a penas un par de meses y que, afortunadamente se resolvió bien. Desde entonces, la vida estos meses ha sido distinta para todos, y esta mañana, he sido consciente de verdad de que estos meses, aunque difíciles, han sido los más felices de todo el año porque la alegría, el humor, la ilusión y el amor nunca han faltado. En su momento, no te das cuenta, no lo ves claramente, pero después, cuando te paras a pensar es cuando eres realmente consciente de ello. Yo no me he parado a pensar, simplemente me he levantado y me he dado cuenta de ello.
Pero para no liarme más y no liaros a vosotros, lo que quería decir es que, pase lo que pase, por muy malo que sea, vivais la vida día a día, con ilusión, alegría, gratitud y amor y eso os hará felices a pesar de las circunstancias que os toque vivir (buenas o malas).
Bueno, ya no me enrollo más jajajaja. Os deseo una feliz noche y un feliz y próspero año nuevo.
Muchos besos.