Así que, bueno, aquí os dejo mi aportación para esta lectura conjunta: la reseña de Deseo Concedido.
La
historia arranca en Dunhar, Inglaterra, en el año 1308.
En
un ambiente de cierta elegancia, los hermanos Philiphs; Megan, Shelma
y el pequeño Zac, viven en su casa con la hermana de su padre y el
marido de esta que, tras la muerte de sus padres, se hacen cargo de
ellos.
La
vida con ellos no es ni feliz ni fácil y empeora cuando Megan, la
mayor de los tres hermanos, se entera de los planes que sus tíos
tienen para quitárselas de en medio a ella y a su hermana Shelma
para quedarse con el pequeño Zac, al que planean educar a su modo, y
con la herencia de sus padres.
Incapaz
de admitir semejante maldad, Megan corre en busca de ayuda junto a su
hermana Shelma. John, un viejo amigo de sus padres, no duda en
ayudarlas a huir y llevarlas a Escocia, junto a su abuelo materno.
Seis
años después, en 1314, unos meses después de conseguir la
independencia para Escocia, el castillo de Dunstaffnage prepara la
boda de su Laird, Axel McDougall y el Castillo se llena de guerreros
venidos de otros clanes, amigos y aliados de Axel McDougall.
Es
entonces, sin que los protagonistas, Megan Philiphs y Duncan McRae, aún lo sepan, cuando sus vidas
dan un enorme giro y cambian para siempre.
Y es
también cuando las aventuras comienzan.
Venganzas,
aventuras, sustos y disgustos, pasión, desesperación, odio y, sobre
todo, mucho amor. Todo eso se mezclará en la vida de los
protagonistas y de sus amigos a lo largo de la historia.
Hacía
tiempo que quería leer algo de esta escritora. Sin embargo, por H o
por B aún no había leído ninguna novela suya. El club de lectura
por autores ha resuelto el problema.
Escogí
Deseo concedido para mi lectura, sencillamente por que me llamó la
atención. Todos los títulos de la lista resultaban interesantes,
pero qué queréis que os diga, eso de Las guerras Maxwell se
convirtió en un imán para mí. Así que fue el que pedí para la
lectura, porque este lo conseguí a través de Merynell, y después,
cuando iba por la mitad del libro, conseguí la segunda parte.
¿Y
qué me ha parecido? Pues os lo cuento enseguida.
Cuando
abordo por primera vez la lectura de un autor nuevo para mí, intento
no dejarme influenciar por lo que he leído u oído sobre éste a
otros lectores, en otras reseñas, intentando leer con la mente en
modo neutral, sin esperar nada -ni bueno ni malo- del autor, a pesar
de lo mucho que me pueda apetecer la lectura de su obra, lo que me
facilita poder crearme una opinión propia, alejada de influencias
externas que, en muchas ocasiones, pueden derivar en decepciones.
Personalmente
me encanta comenzar las lecturas por las cubiertas. La portada, la
contraportada, jugar con las imágenes, ver si puedo “leer” la
novela en ellas y, después de un rato imaginando qué historia
guarda, leer la sinopsis de la trasera y comprobar el grado de
acierto o desacierto que he tenido. Y, entonces ya sí, echar un
rápido vistazo a su interior, ojear sus páginas para hacerme una
idea de lo que me espera. ¡Me encanta hacer esto! Me hace crear una
especie de vínculo con la novela de turno. O no. Depende.
Sin
embargo, con esta no he podido realizar este ritual mío porque, como
digo más arriba, conseguí la copia a través de Merynell, la
administradora del blog que organiza la lectura conjunta, una copia
digital, por lo que me tuve que conformar con admirar la portada a
través de la pantalla. Y eso, por mucho que algunos digan lo
contrario, no es lo mismo. Para mí, por lo menos, no lo es. No me
permite “jugar” con ella como a mí me gusta. Sólo me sirve para
decidir si me gusta o disgusta.
Y
si, esta me gusta. Es sencilla, bonita y te deja claro que la
historia algo tiene que ver con Escocia, aunque no hayas leído la
sinopsis.
En
cuanto a la lectura, me pasa otro tanto de lo mismo. Me gusta leer
los libros con calma, degustarlos, re-leerlos y volver a leerlos
analizándolos, desgranando hasta el más mínimo detalle. Pero en el
formato digital no puedo hacer esto porque, aunque a alguien le pueda
parecer muy exagerado, a mí me cuesta horrores leer en una pantalla,
por muy grandes que se vean las letras, por lo que solo los leo una
vez. Así que he intentado degustar y analizar la historia al mismo
tiempo. Algo que no me ha resultado fácil en algunas fases de la
lectura ya que, cuando leo romántica, la primera lectura suele ser
para disfrutarla y no para analizarla. Así que, bueno, haber si no
me olvido de nada.
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Castillo de Eilan Donan |
Empecemos
con la trama.
La
trama de esta novela tiene varios puntos los cuales se van
resolviendo poco a poco a lo largo de la historia. No es como otras
novelas, en las cuales todas las tragedias van creando tensión y
expectación en el lector resolviéndose más tarde todas juntas en
un final que te deja la boca abierta por su espectacularidad y con el
corazón tranquilo porque todo se ha resulto satisfactoriamente para
nuestros héroes. No. En esta novela todo tiene su momento y las
cosas van pasando con mucha naturalidad. Y eso me ha gustado
bastante, ya que a la historia le viene como anillo al dedo y,
además, es agradable encontrarte con algo diferente, de vez en
cuando.
Creo
que la autora ha hecho un buen trabajo, en este aspecto. Me ha
gustado.
Igual
que su estilo narrativo. La novela contiene mucho diálogo. Más que
por medio del narrador, conoces la historia a través de los
personajes y eso, me parece, que facilita la rápida lectura de la
novela (más aún si es en papel), lo que en la actualidad a más de
una le resultará de agradecer. Salvo en ocasiones en las que la
narración requiere de algún dato histórico importante a la hora de
montar la trama o de alguna descripción de espacios y lugares para
ayudar al lector a situarse, la autora no se entretiene demasiado en
nada que no sea estrictamente necesario, así que es imposible
perderse.
En
cuanto a los personajes, me ha gustado mucho que todos tengan una
función clara y que estén tan bien creados. Todos tienen una
personalidad muy definida, los buenos son buenos y los malos, malos o
muy malos.
Los
protagonistas, la verdad, es que me han despertado sentimientos
dispares.
El
que más me ha gustado de los dos, ha sido Duncan. Creo que es un
personaje muy equilibrado a pesar del peso que acarrea de su pasado y
de que, en algún momento que otro, te den ganas de estrangularle
cuando saca a pasear su genio de macho dominante o se ponga tonto
delante de sus amigos.
En
cuanto a Megan... bueno, me gusta su carácter guerrero, una heroína
como es debido, pero creo que Megan Maxwell (que no se enfade conmigo
si acaso lee estas líneas) ha sido un poquito mala con ella. Me
explico. Hay momentos y situaciones en las que su carácter resulta
un poco incoherente, poco definido. Sus reacciones y comportamientos
de niña consentida que tiene en algunos momentos, y el no saber
adaptarse a las circunstancias que le toca vivir, me han resultado
confusos, porque no cuadran con su carácter predominante. Algo así,
como si fuera bipolar. Y eso no me ha gustado mucho, porque creo que
es un personaje maravilloso que pierde su encanto en esos momentos.
Pero bueno, es lo que a mí me ha parecido.
Del
resto de personajes, pues me he quedado prendada de Niall McRae, el
hermano de Duncan. Ese miedo al compromiso que tiene y que convive
con el sentimiento de posesión que siente hacia Gillian McDougall,
me han encantado. No he podido evitar imaginar cómo sería la
historia de ambos mientras leía la novela.
¿Un
personaje que no me ha gustado nada? Pues veamos... Aunque esta
novela está plagada de malos, malísimos, a mí el personaje que
menos me ha gustado ha sido el de la “fresca” de la
francesa que le quiere quitar su hombre a Megan; Marian. Es la mujer
más odiosa que te puedas encontrar, ya sea en la ficción o en la
realidad. Así que, dicho esto, no creo que haga falta decir más.
El
final, es una de las pocas cosas que menos me han gustado. A pesar de
que es bastante romántico, me ha parecido un poco sosote. Me hubiera
gustado que fuera de otra manera, quizá un poco más movido... no
sé. Que me ha parecido un poco soso, vaya. ¡Ah! Y a Megan -la
protagonista no la escritora-, la hubiera dado una buena paliza para
que espabilara, por que rendirse de la manera que se rindió no tiene
perdón.
En
conclusión; en líneas generales Deseo Concedido ha sido una novela
que me ha gustado mucho y Megan Maxwell una escritora que me ha
ganado como seguidora.
Cómo
dije al comienzo de esta reseña, he intentado no dejarme influenciar
por las opiniones de otros lectores, para evitar decepciones, y creo
que lo he conseguido. Pero, aunque no lo hubiera hecho de este modo,
creo que no me habría decepcionado.
De
todas maneras, voy a puntuar el libro con un cuatro, porque pienso
que con algunos ligeros cambios en algunas partes y una Megan menos
bipolar hubiera estado algo mejor incluso, de lo que ya está.
Bueno,
pues creo que ya no me queda más que decir salvo que os dejo el
enlace para que leáis, si queréis, las reseñas de mis compañeros
de lectura conjunta por autor de los diferentes libros que se han
leído este bimestre.
Espero
no haber olvidado nada por reseñar.
Hasta la próxima. Un saludo