Título Original: Dolly Parton´s Christmas on the square

Dirección: Debbie Allen

País: Estados Unidos

Año: 2020

Duración:98 minutos

Género: Musical, dine familiar, Navidad

Productora: Magnolia Hill Productions, Sandollar Productions, Warner Bros. Televisión.

Distribuidora: Netflix

Guión: María S. Schlatter

Música: Dolly Parton

Fotografía: Oliver Bokelberg

Reparto: Dolly Parton, Christine Baranski, Treat Williams, Jenifer Lewis, Josh Segarra, Jeanine Mason, Mary Lane Haskell, Matthew Johnson, Selah Kimbro Jones, Douglas Sills, Vivian Nixon, Mary Donnelly-KHaskell, Donald Corren, Brandon Hudson, Brandon O´Neal, Mark Daniel Chmiel.

RESEÑA:

El día que leí el artículo que hablaba sobre una web de cine que paga un equivalente a 2100 euros por ver y reseñar 25 películas de Navidad y se me vino a la mente si yo, que soy un pelín grinchosa con las películas navideñas (muy pocas me gustan), sería capaz de ver tantas películas navideñas y decidí hacer la prueba, se me olvidó porque soy tan tiquismiquis con las películas navideñas.

Bueno, este musical con reminiscencias de algunos clásicos de la Navidad como Que bello es vivir o Cuento de Navidad, me lo recordó de una forma tan brusca que casi aborto y pongo fin al reto personal que me he propuesto este año.

Haber, ¿cómo podría explicarme para no resultar demasiado brusca? 

Buscando en internet el cartel de la película, he encontrado que en algunos sitios web la recomiendan como una de las mejores 35 películas navideñas. ¿Cómo? ¿En serio? Haber, yo tampoco soy una experta en cine (ni quiero serlo), pero vamos, una de las 35 mejores películas de Navidad, pues, sinceramente, como que no. Por lo menos a mi modo de ver.

Que yo no digo que el argumento no esté más o menos bien traído. La película trata sobre la heredera del dueño de un pueblecito la cual, por estar amargada ella, fastidia la Navidad a todo Dios, desahuciando a todos los vecinos pocos días antes de Navidad para vender los terrenos en los que está erigido el pueblo para que hagan un centro comercial mega gigante. La buena de Dolly es un ángel que está supervisando a un ángel en ciernes para que consiga sus alas y la misión no es ni más ni menos que la de evitar que la malvada bruja (como todos la denominan), cometa semejante crueldad. 

Mientras consiguen esto y no, conocemos porqué la señora está tan amargada, y cómo poco a poco va cambiando de actitud y abriendo su corazón un poquito más hasta que el milagro navideño se realiza y entonces todos viven felices y comen perdices.

Pero es que, la película tampoco tiene mucha chica más. Mucha música y canciones (cada dos minutos más o menos), demasiado largas, empalagosas hasta la naúsea y una Dolly Parton como si más que un ángel fuera una divinidad, sentadita en su nube la mayor parte del tiempo... En fin, los noventa y ocho minutos más largos de mi vida. Yo creí que no terminaba nunca la tortura. 

Yo muy de musicales no soy, pero alguno que otro aguanto, sobre todo cuándo no están constantemente cantando y bailando en medio de un pueblo construído en una nave, que esa es otra, no se podía notar más el decorado porque no se esforzaron más, pero bueno, a lo que iba, que para mí, esta película es infumable. Si tuviera que repetir a verla, me tendrían que obligar a hacerlo torturándome o algo así, porque vamos, hacía mucho que no veía una película que me resultara tan mala como esta. Quizá los críticos de cine profesionales tengan una opinión distinta por muchos motivos, pero yo, como público que sólo ve las películas por diversión, lo siento mucho, pero no me gusta. No querría hacer daño a la señora Parton, pero de verdad que no creo que ésta sea una película buena y menos una de las 35 mejores de la Navidad.

Y bueno, esto es todo por ahora. 

Un saludo para todos.