FICHA:

SINOPSIS: Andrea Hervás trabaja en una galería de arte de Madrid. Está preparando la exposición estrella de las Navidades cuando recibe una llamada de su jefe: debe dejarlo todo y marcharse a Grimiel, un pequeño pueblo castellano, donde una vecina quiere vender un cuadro y es necesario que alguien lo valore. Andrea se lo piensa: es 22 de diciembre, tiene planes y se aproxima una gran nevada, pero calcula que, si se da prisa, podrá ir y volver en un día. Con lo que no cuenta es con que todo se confabulará contra ella y acabará atrapada en ese pequeño pueblo.

Un cuadro de Murillo, un coche viejo, una anciana gruñona, los ojos azules del chico de los tractores y la lotería de Navidad se mezclarán con una tormenta y demostrarán a Andrea que la verdadera suerte no está solo en que te toque la lotería.

Después de unas semanitas moviditas, de mucho hacer, encaramos la última semana del mes y, para mí, la última semana de reseñas de novelas navideñas. De las tres que me faltan por realizar, he decidido comenzar con esta maravillosa historia de Navidad de Mayte Esteban, Con suerte... en Navidad, porque sin duda, de las tres, es mi favorita.

Comencemos pues con una pequeña reseña de la portada. De todas las portadas de novelas navideñas que he visto hasta ahora, esta es la más bonita y divertida. Tiene nieve, un árbol, se ve una fachada al fondo y, sobre todo, el protagonista es un seiscientos rojo que es una monada. Me ha encantado, sinceramente, y me ha parecido muy apropiado. Un diez para la portada.

En cuánto a la historia que cuenta la novela... Haber por dónde empiezo, que me emociono y me aturullo. 

Bueno, este libro no cuenta una sola historia, no tiene una única trama sino que tiene tres, o por lo menos eso es lo que a mí me ha parecido, así que empezaré por aquí. 

La primera de las tramas, como no podía ser de otra manera, es la trama que ocupa a los protagonistas, Andrea y Fernando, nuestros protagonistas. Esta es una historia de amor a primera vista entre dos desconocidos, dos almas gemelas que se encuentran sin proponérselo que, a pesar de todos los malos entendidos y los inconvenientes que resultan de una relación tan repentina como esta, resulta de lo más romántica y bonita. Se nota desde el principio que están hechos el uno para el otro y el destino, que nunca deja cabos sueltos, se encarga de juntarlos superando todos los obstáculos. 

Me ha encantado la historia de Andrea y Fernando, tan diferentes que era imposible que no se encontraran. Además, el detalle de que Fernando sea el dueño del taller de los tractores, me ha molado muuuucho. Un punto extra para Mayte.

La segunda trama que yo he detectado, ha sido la del propio cuadro. Un cuadro desconocido de Murillo que lleva en la familia de Angustias desde tiempos inmemoriales y que, cuándo Andrea tiene la oportunidad de rastrear, encuentra datos asombrosos.

Y la tercera trama, es la del jarrón del dueño del hotel el cual sufre un "pequeño" accidente el cuál nos lleva a conocer su emotiva y triste historia.

Vayamos ahora con los personajes. Haber, podría hablar de cada uno de ellos por separado, por que todos tienen lo suyo para comentar, pero esta reseña se haría más larga de lo que ya se va a hacer, así que me voy a limitar a hacer un comentario general para todos ellos.

No sé cuál será el truco de Mayte Esteban para crear a sus personajes, pero la verdad es que son muy buenos. A mí, por lo menos, me gustan todos; los malos, los buenos, los principales, los secundarios... Todos me gustan mucho por que cada uno es diferente, cada uno tiene su propia personalidad y cada uno de ellos te parece como si de una persona de verdad se tratara. Sin embargo, creo que los personajes que ha creado para el pueblo de Grimiel, se ha superado. Son tan reales, tan únicos, que mientras lees tienes la sensación de estar leyendo las crónicas de los habitantes de un pueblo real por que, además, el pueblo es tan "real" que es como si pudieras ver un pueblo de verdad. Te identificas con la vida en ese pueblo como si del tuyo se tratara -a mí me recuerda a la vida en el pueblo de mi padre, al tiempo que viví en mi infancia allí, con mis abuelos-, y eso creo que es maravilloso porque se nota que es un trabajo bien hecho. 

Los personajes principales me han gustado mucho, pero el hijo de Fernando me ha cautivado. Aunque, sin duda, de los secundarios, la que más me gusta es Luisa, la camarera del bar del hotel. Con todo lo gruñona que es, es un personaje que me encantó cuándo lo leí en "La chica de las fotos" y, sinceramente, no me importaría nada viajar al Grimiel del pasado para conocer su historia, por que es un personaje que creo que está pidiendo a gritos contar su historia con todo ese carácter borde y la forma de tratar a los clientes. Y, que conste, que no es ningún mensaje velado (o no tanto) para la autora. (En serio, es broma... en parte).

La novela, la verdad, es que tiene de todo. Una tormenta de nieve, el gordo de la lotería que le toca a todo el pueblo, un jefe con un carácter que es para mandarlo a la mierda, el mozo de los tractores y sus cautivadores ojos azules, unos personajes que son como una gran familia, un cuadro, unos sobrinos mezquinos y aprovechados, una subasta, unos vecinos famosos... Bueno, tiene de todo y todo ello muy divertido, emotivo y romántico. La única pega que yo le pongo es que, te sabe a poco. pero no porque sea corta, ni tenga cabos sueltos, sino por que te parece tan real que te metes en la historia tan profundamente como si la estuvieras viviendo tú y, cuándo quieres darte cuenta, ya se te ha acabado el libro. 

En definitiva, un libro magnífico que nos hará sonreír, llorar de emoción y pasar un rato tremendamente agradable en compañía de los vecinos de Grimiel durante estos festivos días. Si no la habéis leído, ¿a qué esperáis? Estoy segura que os va a encantar.

Y bueno, por el momento esto es todo. 

Espero que hayáis pasado una muy feliz Navidad en compañía de todos los vuestros. Pasad una feliz Nochevieja y mis mejores deseos para el próximo año.

Un beso fuerte y hasta la próxima.