SINOPSIS: Anelise Vandermer es la hija de uno de los hombres más ricos de Nueva York: Selig Vandermer, dueño de una potente naviera y con una fervorosa afición a los caballos. La familia Vandermer tiene un enorme capital, pero para Hana, la madre de Anelise, hay algo más importante que el dinero. Considera que al apellido de su esposo solo le falta un título nobiliario para ser perfecto y por eso planea conseguir un matrimonio aristocrático para su hija.

Una historia dramática y tierna, con un terrible misterio que nuestra protagonista tendrá que desvelar antes de poder conseguir la ansiada felicidad.

Tal y como señala la sinopsis, ésta es una novela dramática, trágica en algunos momentos, pero muy tierna que, al final, te deja un buen sabor de boca.

pLa verdad es que la vida de Anelise no es una vida fácil a pesar de la posición de su padre. Hanna, su madre, es una mujer con un carácter bastante difícil. Es fría, severa, cruel y, sobre todo es ambiciosa ya no solo en el aspecto económico, pues su marido posee una potente naviera siendo uno de los hombres más ricos de Nueva York. La mayor aspiración de Hana, al no haber podido adquirirlo ella misma, es conseguir un título nobiliario que adherir al apellido de su esposo, lo que hace de Anelise la herramienta perfecta para conseguirlo.

Desde muy niña, Hanna separa a Anelise de sus hermanos, con los que siempre se ha llevado muy bien y con los que disfruta jugando, con el único objetivo de convertirla en una perfecta dama, ideal para contraer matrimonio con algún noble europeo, a ser posible de, cuánto más alto estatus, mucho mejor.

Pero no es hasta que Anelise se convierte en una jovencita casadera y se enamora de un hombre, hijo de un conocido de su padre, con dinero pero sin título, cuándo la vida empieza a tornarse mucho más dura para Anelise. Su madre no quiere que se case con ese hombre por nada del mundo, por lo que hace de todo para que los chicos no se casen como así tenían pensado.

Un viaje de dos años para conocer mundo que el muchacho tenía pensado hacer en solitario pero que luego planean hacerlo los dos juntos, es la excusa perfecta que Hanna encuentra para impedir el viaje y ganar tiempo para lograr su objetivo a pesar de que eso hace tremendamente infeliz a Anelise.

Pero, ¿serán tan malos los planes que tiene su madre para ella como parecen? Bueno, en parte sí porque, manipular la vida de otra persona como lo hace Hanna, aunque sean tus hijos y creas que actúas por su bien -aunque no es el caso porque Hanna sólo actúa por su bien propio, por satisfacer su ambición-, nunca está bien. Sin embargo, en esta ocasión, esa mala experiencia que le toca vivir a Anelise, resulta que le permite conocer al hombre de su vida.

Aunque el hombre de su vida y la familia de éste, guardan un secreto que, tiempo después, cuándo Anelise lo descubre, la obligan a tomar una de las decisiones más duras de su vida. Una decisión que, en un primer momento, le parece que puede ser la mejor decisión que puede tomar por ella, por su marido y por su futuro hijo pero que, con el paso del tiempo se pone de manifiesto que es el mayor error que comete en su vida, mucho mayor que haber dejado que su madre la comiera la cabeza para no casarse con su primer amor. 

No obstante, ese terrible error, gracias al profundo amor que los dos protagonistas se profesan, termina resultando una oportunidad para enmendar todo lo ocurrido hasta ese momento y para que ambos empiecen de cero una vez más, sin mentiras, sin secretos. 

La verdad es que, cuándo estaba leyendo la novela me parecía demasiado dramática, demasiados sinsabores para la protagonista y demasiada culpa, sufrimiento y dolor para el protagonista que es una bellísima persona. Pero cuándo lo terminé y tuve tiempo de asimilar y analizar la novela, me pareció que sí, que posiblemente sea un pelín dramática, pero es que ese es el punto de la novela, es una novela dramática en la que todo lo que ocurre es porque tiene que ocurrir de esa manera. Todo tiene su sentido, todo está como debería ser y nada de ello es casual. 

Además, es una historia que está muy bien escrita y que tiene un final muy bonito, emotivo y romántico, muy acorde con todo lo que ha sucedido anteriormente, cerrando de manera magistral toda la trama. 

Descubrí a Jana Westwood estas navidades con una lectura navideña y ya me dejó muy buen sabor de boca. Sin embargo, con esta preciosa novela, ha terminado de enamorarme de su exquisita literatura. 

Esta novela me ha encantado y, por supuesto, espero repetir con esta autora dentro de poco. 

Y, bueno, esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado la reseña o que os haya ayudado.

Hasta la próxima reseña, un abrazo muy fuerte a tod@s.